Cómo hacer disfraces de Halloween

La fiesta de Halloween está popularizada en todo el mundo, entre otras cosas gracias a las películas norteamericanas, y una de sus principales características son los disfraces, todos ellos relacionados con la muerte y sus diversos mitos y leyendas.

Es una forma divertida de ahuyentar el miedo a la muerte y los misterios del más allá, aparte de las creencias de cada cual -o falta de ellas-, por medio de aliarse con todos sus símbolos, como son las calaveras y las lápidas, el color negro del luto, y sus leyendas como los zombis, los fantasmas y demás criaturas de las novelas y películas de terror.

Es muy habitual celebrar fiestas de disfraces por estas fechas, ya sean organizadas por los ayuntamientos o por los locales de diversión privados, al igual que también en casas particulares. Se hacen fiestas para adultos y fiestas para niños, y lo más típico es ponerse un disfraz comprado en una tienda que los vende preparados con todos sus complementos.

Cómo hacer disfraces de Halloween

Lo malo de estos disfraces comprados es que es fácil encontrarte con alguien que se haya vestido con uno igual al tuyo, con el consiguiente ridículo embarazoso de parecer gemelos que se copian entre sí. Además de que siempre tienen un aspecto artificioso, de no acoplarse bien con quien los lleva.

Lo mejor es prepararse uno mismo el disfraz, adaptándolo a nuestra personalidad y a nuestra fisonomía, lo que hará que seamos una bruja de halloween perfecta o un zombie aterrador. Para ello sólo hace falta un poco de dedicación, algo de maña y muchas ganas de divertirse desde el primer momento con su confección. Para eso, a continuación te damos varias indicaciones para que sepas cómo hacer disfraces de Halloween.

¿Que necesitas para hacer disfraces de Halloween?

  • Telas
  • Traje
  • Chándal
  • Cajas de cartón
  • Vendas
  • Pinturas
  • Maquillaje
  • Tijeras
  • Pegamento
  • Máquina de coser

Instrucciones para hacer disfraces de Halloween

  1. Elegir el disfraz. Como hay muchos personajes que pueblan el mundo legendario de Halloween, en primer lugar debes plantearte qué personaje quieres incorporar para esta fecha “espeluznante”. Revisa los diversos caracteres y busca en internet, tanto en la búsqueda general de webs como en las redes sociales, cómo se visten tradicionalmente, si llevan algún maquillaje, qué complementos configuran su idiosincracia. De la misma manera, puedes consultar revistas y libros, y por supuesto, una gran fuente de inspiración son las películas de cine como las series de televisión, con diferentes variantes que han conformado personajes memorables a lo largo de los años. Otra idea que tiene siempre un gran éxito es la mezcla de un personaje típico de Halloweeen, como puede ser una bruja, un zombi o un fantasma, y unirlo a algún personaje célebre de la actualidad, desde actores y actrices a integrantes del mundo de la política, la moda o la economía. De cualquiera de ellos puedes obtener inspiración para lograr un disfraz que se distinga de los que lleven los demás.
  2. Temas y grupos. Si no terminas de encontrar un personaje que te guste lo suficiente, o no sabes cómo componerlo, puedes empezar por buscar un tema que te interese o te motive. Por ejemplo, si piensas en el tema “edad media”, te saldrán personajes como los fantasmas, las armaduras andantes, las brujas, los druidas, los caballeros y damas de la época, los guerreros… y cada uno de estos personajes los puedes personalizar con tu estilo y darles un aspecto más terrorífico propio de Halloween, por medio de añadirles sangre y heridas, o aspecto cadavérico. Por otro lado, tal vez te podrías decidir por hacer un disfraz de grupo o de pareja, con la tuya o con amigos de una peña o de la pandilla con la que acostumbres a salir. Así, te abres a una nueva gama de posibilidades que multiplicarán la diversión, tanto a la hora de prepararlos como cuando los saquéis a la calle y os paséeis con ellos por alguna fiesta o bar. Hay muchos tipos de disfraz de grupo: superhéroes, famosos, gánsters, grupos musicales, bomberos, médicos y enfermeras, que con su toque terrorífico quedarán perfectos para celebrar la noche de los muertos.
  3. La preparación. En primer lugar, medita unos instantes si vas a tener tiempo, medios y dinero suficientes para preparar un disfraz más complicado y detallado, o te vas a decantar por uno más sencillo y fácil de montar. Obviamente, todo saldrá mejor si te pones a preparar el disfraz con suficiente antelación, si tienes los materiales que necesitas o los puedes adquirir y la suficiente destreza para realizar un disfraz con un acabado lleno de detalles. Pero si te pones poco antes de que llegue el día de Halloween, deja a un lado el perfeccionismo y concéntrate en que te salga algo divertido y llamativo, con el fin de que lo pases bien, aunque sea sólo con un antifaz y un maquillaje sangriento en la cara y en las manos.
  4. Una lista. Al preparar el disfraz, una vez que hayas decidido qué personaje serás y de qué manera quieres que sea su apariencia, haz una lista de los materiales que vayas a necesitar, ya sean telas, piezas de ropa de segunda mano, maquillaje, pintura para la ropa, complementos y adornos, bisutería, etc.
  5. Buscando los materiales. Una vez que tienes claro qué disfraz quieres preparar para el gran día, necesitas obtener los materiales necesarios. Puede que en casa tengas muchas de las cosas que necesitas, como tela, fieltro, plástico, máquina de coser, grapas, pegamento, maquillaje, etc., pero si te faltan cosas o no tienes a tu disposición mucho de lo que podrías necesitar, es aconsejable que visites tiendas de artesarnía y manualidades, al igual que tiendas de ropa de segunda mano. O puedes indagar entre tus amistades para que te den ropa vieja que vayan a desechar o que ya no les haga falta. En las tiendas y bazares seguramente vas a encontrar muchos de los complementos que te pueden hacer falta para completar un buen disfraz, desde todo tipo de pegatinas a pintura brillante o botones, purpurina, flores de distintas clases…Cómo hacer disfraces de Halloween
  6. Montando el disfraz. Lo más simple es que uses piezas de ropa sueltas como pantalones y camisetas de manga larga y jerséis, o una chaqueta. Sobre esta ropa puedes pintarla o superponerle diversos adornos para crear la imagen definitiva de tu disfraz. Por ejemplo, puedes ser un fantasma elegante, con un traje de chaqueta y pantalón blancos, además de la camisa y la corbata o la pajarita, más un sombrero también blanco, guantes del mismo color y una cara maquillada en blanco o de forma que esté totalmente pálida, con ojeras y aspecto demacrado. O puedes cubrir la ropa, manos y cara con manchas de “sangre” y partes desgarradas y rotas, junto con una decoración facial que acompañe, con el fin de parecer un zombi lo suficientemente terrorífico. Es decir, se trata de usar la ropa como una base sobre la que montar el disfraz.
  7. Sé tu propio sastre. Si quieres montar todas las piezas de tu disfraz, creándolo desde cero y adaptándolas a tus medidas corporales, tendrás que tomarte o que alguien te las tome. Lo más sencillo es que, en lugar de coser la tela, ya sea a mano o a máquina, la pegues con colas o pegamentos especiales para textiles. Es muy útil en este caso usar una pistola de pegamento caliente, que da resultados muy resistentes. Prepara un patrón en papel con tus medidas, que luego copiarás sobre la tela. Las medidas que hay que saber para confeccionar los pantalones son las siguientes: el largo de las piernas, la cintura, la distancia de esta a la entrepierna y la medida de cadera a cadera. Si van a ser cortos, sólo hay que recortar la longitud de las piernas a la altura deseada. En las camisas, hay que saber lo que miden el cuello, la anchura de los hombros, la del pecho, la longitud de la camisa, de los brazos y el de la sisa. Una falda precisará saber lo que mide la cintura y la vuelta de caderas, pues el vuelo y el largo serán variables. Es importante que el tejido usado no moleste en la piel, pique o apriete demasiado de manera que sea incómodo llevarla.
  8. Cajas de cartón. Más simple todavía, si quieres más minimalista, podrías usar cajas de cartón que te pondrías en la cabeza y en el tronco, o cubriendo todo el cuerpo, o sólo una de estas partes, con el fin de lograr un disfraz básico pero muy efectivo. ¿Qué disfraces podrías idear con estos elementos tan sencillos, baratos y fáciles de conseguir? Pues podrías ser una televisión diabólica, con el apropiado toque en lo que sería la cara, para lo que te puedes ayudar de pinturas de diversas clases, desde acrílica al aerosol, y pintar unas cejas amenazadoras, una cara de payaso siniestro o algo similar. Igual que un televisor, podrías ser una lavadora, o darle la vuelta a algún personaje infantil y convertirlo en algo terrorífico, como tantas veces se ha hecho en el cine y la televisión, como, por ejemplo, un BobEsponja malévolo o un pato Donald asesino, con cuchillo de plástico incluido. A la hora de confeccionar estos disfraces, tendrás que hacer agujeros de suficiente amplitud para la cabeza, los brazos y las piernas -o no, si estas van dentro de una caja alargada-, y para los ojos, con el fin de que te desplaces sin demasiada incomodidad.
  9. Disfraz de momia. Un disfraz de lo más fácil de preparar es el de momia. Sólo necesitarás vendas, lo más largas posible, o puedes usar sábanas viejas, blancas, por supuesto, que cortarás en tiras. Debes enrollarte con estas bandas o con las vendas por todo el cuerpo, incluidos los brazos y la cabeza, unas zapatillas blancas, y “decorarte” con ojeras y “sangre” que puedes hacer a partir de ketchup o de betadine o pintura roja, y serás una momia recién salida de la tumba después de ser asesinada.
  10. Un esqueleto con malas pulgas. Otro disfraz que no implica gran dificultad en su preparación es el de esqueleto, con un pantalón suelto y una camiseta de manga larga, bajo los que puedes llevar otra ropa más abrigada, dadas la fechas de Halloween, negros y con los huesos principales pintados en blanco. No hace falta que seas un gran detallista a la hora de dibujarlos, y para la cabeza, podrás utilizar un gorro hecho de fibra polar, negro, en el que pintarás la calavera. Si te acompañas de una guadaña, que puedes comprar en una tienda especializada o fabricarte tú mismo, con un palo de escoba o similar y una hoja de cartón pintado de gris plateado, tendrás una pinta de muy malas pulgas y asustarás a todo el mundo, con toda seguridad.
  11. El joker. Este personaje tan famoso de las películas de Batman, es otro personaje de terror gracias a unos pocos elementos, fundamentalmente el maquillaje y el pelo revuelto. Es fundamental que los ojos tengan un aspecto enloquecido y peligroso, lo que, unido a la sonrisa pintada de payaso malvado, darán todo el carácter al disfraz. La ropa es un traje con camisa de cuadros y de cuello blando, un chaleco, chaqueta y una gabardina o un abrigo que caigan demasiado amplios, que completarán un disfraz perfecto para asustar a toda la ciudad en plena noche de Halloween.

Consejos para hacer disfraces de Halloween

  • Ya que lo más habitual es que lleves ropa debajo del disfraz, para abrigarte en el cambio de octubre a noviembre, no olvides contar con ello a la hora de confeccionar tu disfraz, para que no te quede demasiado apretado.
  • Usa la imaginación para conseguir un efecto más original y personalizado.
  • Es mejor que optes por un disfraz sencillo de hacer que por algo que puede que esté más alla de tu destreza manual. Hay muchos que no son complicados y te quedarán perfectamente.

 

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